Hace un par de semanas el buen Celph me hizo la invitación de participar en una campaña de rol en blog que él está llevando, en lo particular se me hace más como una historia colectiva por el formato que se sigue para publicar.
El dÃa viernes apareció por primera vez mi personaje, Dave Deacon un ladrón que tiene un poder muy especial sobre el espacio que le rodea y apenas ayer domingo fue que publiqué mi primer entrada en la historia la cual les reproduzco aquÃ, si desean seguir viendo que sucede los invito a que se den una vuelta a “Monofightersâ€.
“(Orbitek) – Dave – Nervios antes de la función”
Dave sabÃa que faltaban pocas horas para que le avisarÃan que la hora habÃa llegado, como nunca esta vez se encontraba algo nervioso, si bien llevaba viviendo ya varios años en la profesión nunca le habÃan solicitado que se hiciera cargo de una persona, y mucho menos de un niño.
Revisó todo por última vez, los colchones se encontraban en su lugar, la identificación la traÃa consigo, rectificó que el celular tuviera señal, sacó los planos del edificio de Orbitek que habÃa estado realizando en los últimos dÃas que habÃa trabajado como conserje y les dio una última mirada, sabÃa que hoy era el dÃa en que todo lo planeado se pondrÃa a prueba, los nervios le hacÃan algo de efecto puesto que sabÃa que era muy poco tiempo para planear todo.
Se puso el traje de conserje, el parche en el ojo izquierdo (1) y el bigote postizo, volvió a repasar mentalmente el plan, aun no entendÃa porque es que tendrÃa que ir por el niño, no entendÃa que tendrÃa de especial y porque es que su jefe mantenÃa tantos secretos hacia él.
Se disponÃa a salir cuando notó que estaba olvidando algo, pensó que los nervios le estaban pesando, respiró profundamente y se dijo: – ¡ni que no pudieras! – regresó y agarró el cinturón de herramientas, dio media vuelta y se encaminó a la ventana del departamento…
En el edificio de Orbitek se aseguró de cumplir con lo más importante para llevar a cabo el plan: abrir la puerta a la azotea y dejar abierta una ventana en cada piso. Habiendo terminado eso salió a la calle a ver el edificio, fue entonces que sonó el teléfono: “10 Minutos para la función…†fue lo que leyó, corrió al callejón y una nube de humo dorado apareció enfrente de él, instantes después se encontraba en la azotea, cerró los ojos y empezó a bajar por las escaleras, el plano del edificio poco a poco se empezó a materializar dentro y fuera de su cabeza.
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(1).- Parche médico, no parche de pirata ni nada por el estilo