Sueño atómico

– ¡Despiértate! – grito mi mamá a todo pulmón mientras me sacudía el hombro

-¡Que ya es hora! ¡Recuerda lo que nos dijeron! –

Abrí los ojos lentamente, vi las parees de mi recámara, pero no eran iguales, no estaban colgadas las máscaras ni los scrolls, las paredes estaban como viejas y gastadas, las puertas del closet se veían muy viejas, además no estaba el librero frente a la cama, en cambio se encontraba girada en noventa grados otra cama, mi cabeza da vueltas, < ¿Dónde estoy?… ¿que no es este mi cuarto? >

– ¡Ándale! ¡Que te despiertes!, ¡tenemos que irnos!

Me levante de la cama, vi que no estaba solo, Puky (mi hermana menor) dormía en la misma cama, y noté que otra de mis hermanas dormía en la cama que se encontraba al frente de la mía, voltee hacia la derecha y vi que había otra cama paralela a la que estaba sentado, de inmediato me di cuenta que toda mi familia dormía en la misma habitación.

– ¡No pierdas tiempo, anda, ponte algo de ropa y agarra tus cosas!

No entendía que sucedía pero hice caso, fui por algo de ropa y note que una de las puertas que debiera pertenecer al closet ahora era una puerta a un baño, entré me cambié y unos instantes después estaba afuera, al tiempo que salía empecé a escuchar más ruido fuera de la habitación, puse algo de atención y de algún modo me di cuenta que en la habitación contigua (la que sería de mi hermana menor) estaba habitada también.

“Toc, toc, toc” se escuchó en la puerta de la habitación – ¡Apúrense! ¡No tienen mucho tiempo! – dijo una voz ronca y rasposa.

Un par de minutos se volvió a escuchar la misma voz gritando lo mismo, solo que esta vez no fueron tan ligeros los toquidos en la puerta, me dirigí a ella y la abrí, una persona se encontraba en el umbral de la puerta, ostentaba una barba mal rasurada y una gorra roja, su barriga se veía puesto que la playera que la utilizaba no era del tamaño suficiente para abarcarlo.

– La bomba caerá pronto… apúrense – Dijo con una voz calmada.

No entendí nada pero sabía que el hecho de que hubiera dicho que caería una bomba no indicaba nada bueno, regresé y agarré mi mochila, saqué mi iPod y mi cámara de la caja fuerte y salí de la habitación seguido por mis papás, caminé por el pequeño pasillo y bajé por las escaleras, en la sala/recibidor pude ver al señor que vi antes sentado, tenía una mirada de desesperación en su rostro, nos vio bajar y gruño algunas palabras que no logre entender.

Salimos por la puerta de la cocina, la cochera no tenía el portón y se podía ver directamente hacia la cache, pedazos de asfalto faltaban y en muchos lugares se podían ver agujeros en el piso.

Noté que “algo” había olvidado, no sabía qué pero sabía que algo había dejado, corrí de nuevo hacia la casa, pasé por la cocina y de nuevo a las escaleras, el señor seguía sentado en la sala, solo que esta vez solo se limitó a hacer un mover su cabeza de un lado a otro lentamente como haciendo un gesto negativo.

Seguí corriendo hacia el cuarto y fue entonces que me di cuenta de que era lo que olvidaba, Puky no había salido con nosotros, se había quedado en algún lugar en la casa, salí del cuarto y fui hacia las escaleras, vi al señor sentado que me veía fijamente – ¡Espere! – le grité.

– Ya es tarde – me respondió mientras sacaba algo de la bolsa de la chamarra que traía puesta, una especie de control remoto, lentamente apretó el único botón que tenía dicho aparato.

Escuché un ligero tronido a lo lejos seguido por una onda de aire golpear mi cuerpo, un poco más y me hubiera tirado pero logré aferrarme al barandal de la escalera, como pude corrí hacia la calle donde encontré a mi papá parado en la calle viendo hacia la casa, me pare junto a él y di media vuelta, una enorme llama crecía hacia el cielo consumiendo las nubes a su paso a un par de kilómetros de donde estábamos.

— o —

¿Alguien tiene idea de que pudo significar ese sueño?, me intriga porque no es la primera vez que sueño que una bomba cae.

Cuento en 250 palabras

Tenía los ojos cerrados cuando sonó el despertador, por lo general me despierto antes, pero hoy no, me fue imposible hacerlo, pasada una hora (según yo) volví a abrir los ojos. Me rodé sobre mi espalda para ver por la ventana y darme una idea de que hora pudiera ser, pensé que eran como las 10 de la mañana por lo claro del día pero estaba equivocado, tomé el celular y leí 14:28, pensé en ir a desayunar pero comer me sonó más idóneo considerando la hora, prendí la radio al tiempo que me levantaba de la cama, Virtual Insanity sonaba por las bocinas.

Bajé los tres pisos para llegar a la cocina, técnicamente no son tres pisos sino que la casa se encuentra en desnivel, decir que tienes que bajar tres pisos para llegar a la cocina ayuda a hacerles creer a las personas que la casa es más grande de lo que realmente es, síndrome Libertad le digo yo, es como en ese cartón en el que Mafalda conoce el departamento donde vive Libertad con su mamá, en el que una grita y la otra responde susurrando para pretender que están muy lejos una de la otra.

Mi situación tiene grandes ventajas, como poder estar en una casa de “tres pisos”, pero también tiene sus desventajas, la más grande, el momento en el que llegan los dueños de la casa y encuentran un extraño en ella, mejor me pondré los ténis por si es que tengo que correr.

Horario de verano

Maldito horario de verano, de no ser por él hubiera dormido 16 horas en lugar de 15…

Pero eso si, que buen sueño me di 😛

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